Amontonamiento en Aguas Blancas: Como esta la fronteras con las medidas del gobierno nacional

El panorama en Aguas Blancas refleja el impacto de las nuevas políticas de seguridad fronteriza en las comunidades locales. Mientras tanto, la imagen de miles de personas esperando bajo el sol para cruzar el río resume la urgencia de encontrar soluciones que equilibren la seguridad con las necesidades de la población.

Salta23/12/2024AgustínAgustín
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Aguas Blancas vive días de tensión en el puerto de chalanas debido al colapso generado por los nuevos controles en la frontera, implementados como parte del Plan Güemes. Adrián Zigarán, interventor en la localidad, ofreció declaraciones que describen la compleja situación, destacando la necesidad de flexibilizar las medidas para evitar mayores conflictos.

Zigarán explicó que, históricamente, el movimiento en esta zona fronteriza era fluido, con años de "demasiada libertad" para cruzar entre Argentina y Bolivia. Sin embargo, la implementación del plan ha generado aglomeraciones en las instalaciones de Migraciones y Aduana, que son limitadas. “Desde las siete de la mañana, la gente hace cola y todavía no cruza al otro lado. Estamos hablando de miles de personas varadas bajo el sol, en un terreno pedregoso, lo que puede generar situaciones de riesgo”, expresó.

Uno de los principales problemas radica en la coordinación con los controles bolivianos. Según Zigarán, mientras Argentina dispone de hasta cinco oficiales en Migraciones, Bolivia tiene solo uno. Esto retrasa significativamente el flujo de personas y mercancías, exacerbando la congestión.

Bagayeros, chancheros y narcotráfico
Zigarán también abordó las diferencias entre los bagayeros (tradicionalmente dedicados al transporte de ropa y otros bienes durante el día) y los chancheros (grupos contratados para pasar mercadería flotando por el río durante la madrugada). Si bien reconoció que algunos bagalleros transportan pequeñas cantidades de droga ocultas en mercadería, destacó que el objetivo principal del plan es combatir al narcotráfico, no criminalizar a estos trabajadores.


 
“No sirve llenar las cárceles de perejiles. El foco debe estar en los jefes, en los organizadores del narcotráfico. Los chancheros, muchas veces, ni siquiera saben qué transportan. Simplemente les dan los bultos y los cruzan, como si fuera una escena de película”, detalló. Zigarán insistió en que el verdadero desafío es atacar las redes de tráfico sin perjudicar a las familias que dependen de esta actividad para subsistir.

Impacto social y económico
La implementación de controles más estrictos ha generado tensiones sociales, como enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y quienes intentan cruzar sin pasar por los puestos legales. Zigarán mencionó que incluso el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, ha insistido en proteger a las familias de bagalleros tradicionales, mientras se endurecen las medidas contra el contrabando y el narcotráfico.

Asimismo, el interventor destacó la aparición de los llamados "bagalleros VIP", quienes utilizan vehículos de alta gama para transportar electrodomésticos y otros bienes en grandes cantidades, compitiendo de manera desleal con el comercio local.


 
Propuestas y soluciones
Frente a esta problemática, Zigarán propuso medidas para aliviar la situación, como flexibilizar los controles durante las fiestas de fin de año y explorar alternativas a largo plazo, como la legalización y plantación local de hoja de coca. “En Salta, la hoja de coca se vende en cada esquina, pero hay hipocresía respecto a su transporte. Legalizar su cultivo o regular su importación podría ser una solución para evitar conflictos y sincerar la situación”, afirmó.

Zigarán advirtió que los enfrentamientos nocturnos continuarán mientras no se aborden las raíces del problema. “Es un tema enorme, tanto en lo que respecta a la hoja de coca como a la cocaína. Si no promovemos un sinceramiento, esto seguirá escalando”, concluyó.


 
 

 

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