Imputaron a un hombre que dijo bromeando que tenía una bomba en el Aeropuerto Internacional Martín Miguel de Güemes.

La Unidad Fiscal Salta, representada por la auxiliar fiscal Florencia Altamirano, presentó la acusación contra Méndez, quien hizo una broma sobre llevar una bomba en su equipaje en el Aeropuerto Internacional Martín Miguel de Güemes.

Salta17/05/2024AgustínAgustín
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El juez federal de Garantías N°1, Julio Bavio, imputó a Oscar Daniel Méndez por el delito de "entorpecimiento del transporte" en el marco de una audiencia de formalización de la investigación penal . La Unidad Fiscal Salta, representada por la auxiliar fiscal Florencia Altamirano, presentó la acusación contra Méndez, quien hizo una broma sobre llevar una bomba en su equipaje en el Aeropuerto Internacional Martín Miguel de Güemes.

El incidente ocurrió el pasado 14 de mayo alrededor de las 14:40, cuando Méndez entregó su valija en el área de embarque. Ante la pregunta de una empleada sobre si llevaba algún dispositivo explosivo, Méndez respondió que tenía una "bomba". La empleada alertó de inmediato a la supervisora, quien confirmó con el pasajero si había utilizado esa palabra. Méndez admitió haberlo dicho.

Siguiendo el protocolo, la supervisora de la aerolínea Jet Smart informó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Se acordonó la zona y se paralizó toda la actividad, causando una demora en el despegue del vuelo. Personal uniformado y divisiones especiales, incluyendo el Grupo Especial de Control de Explosivos y Bomberos, inspeccionaron el equipaje, sin encontrar explosivos.

Méndez fue detenido y ahora enfrenta cargos formales. Durante la audiencia, la fiscal Altamirano presentó numerosas pruebas y ratificó que el acusado había cometido un delito. Méndez, por su parte, intentó minimizar el incidente, alegando que se trataba de una broma.

Arrepentido


Frente a esta imputación, Méndez, quien declaró trabajar como encargado de un edificio, prestó declaración. Sostuvo que había llegado a Salta para pasar unos días de descanso con unos familiares, teniendo programado el retorno el martes, de Salta a Aeroparque.

Reconoció haber mencionado la palabra “Bomba”, pero en otro contexto. Indicó que, ante la pregunta de la empleada de la aerolínea, en el área de embarque, se sorprendió porque viajó ya en cuatro oportunidades y era la primera vez que le hacían alusión a si llevaba algún dispositivo explosivo.

“Ante la pregunta, dije que la bomba la había dejado en casa”, expresó el acusado, quien luego reconoció que “fue un error”, que se le escapó referirse a ese término y dijo estar arrepentido de todos los inconvenientes causados, en especial a sus parientes.

Su defensa, en tanto, se opuso a la imputación de la fiscalía por entender que la desafortunada situación acaecida por lo dicho por su defendido no causó un gran perjuicio, lo que fue rebatido por la fiscal, no sólo al describir la demora, sino también todo el despliegue de personal de seguridad que suscitó el hecho.

El juez Bavio, en tanto, se inclinó por la posición de la fiscalía, ya que hubo un “entorpecimiento” y no importa si fueron 5 o 25 minutos, el delito se cometió y la persecución penal perseguida por la fiscalía está acreditada. Por último, en materia de medidas de coerción, hizo lugar a lo requerido por el Ministerio Público Fiscal en cuanto a que se imponga al acusado la obligación de no obstaculizar el proceso penal en curso.

 

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