El hombre que se disfrazaba de mujer y grabó en secreto a cientos de personas podría ser ejecutado si se confirma lo peor

Jiao, como fue identificado el acusado, fue detenido el pasado 5 de julio. Las autoridades chinas investigan la difusión no consentida del material pornográfico y si se confirma el contagio de VIH podría imponerse la pena de muerte.

Internacionales22/07/2025NicolásNicolás
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FRENTE A FRENTE.-Hace una semana, las autoridades chinas arrestaron en Nanjing a Jiao, conocido en redes sociales bajo los alias de “Sister Hong” y “Uncle Red”, acusado de hacerse pasar por mujer para atraer y grabar en secreto a más de 1.000 hombres durante encuentros sexuales.

El caso, revelado a través de investigaciones policiales y divulgado por varios medios asiáticos, generó conmoción e intenso debate en China tanto por la magnitud del número de víctimas, como por el alcance digital de los videos producidos y difundidos sin consentimiento.

La detención de Jiao ocurrió el 5 de julio. Según los reportes de las autoridades, el hombre de 38 años utilizaba maquillaje pesado, pelucas y ropa de mujer para crear una identidad femenina convincente en internet, en especial en aplicaciones de citas y plataformas de redes sociales.

Así conseguía dirigirse a una amplia variedad de personas, incluidas estudiantes, profesionales y algunos extranjeros. Luego los invitaba a su residencia privada, donde instalaba cámaras ocultas para grabar los encuentros sexuales sin el conocimiento de sus invitados. En ocasiones, modificaba su voz para acentuar el engaño.

El alias de “Sister Hong” se popularizó principalmente entre usuarios tailandeses y fue ampliamente replicado en los perfiles falseados que usaba el acusado en diferentes redes. En China, la historia se viralizó bajo el nombre de “Nanjing Sister Hong Incident”, con memes, parodias y hasta filtros de realidad aumentada que reproducían la decoración del cuarto donde se filmaban las escenas.

Las grabaciones recopiladas eran comercializadas en grupos privados online, donde quienes deseaban acceder a ellas debían pagar una suscripción de 150 yuanes (aproximadamente 21 dólares estadounidenses).

El propio Jiao aseguraba haber filmado relaciones con más de 1.600 hombres, aunque la policía recalcó que esa cifra podría estar inflada y que la investigación sigue abierta. Oficialmente, el número exacto de víctimas continúa sin confirmarse.

Uno de los elementos más controvertidos del caso es la difusión masiva del material: las imágenes y clips sin editar circularon en redes sociales y servicios de mensajería, provocando que varios sujetos fueran reconocidos por familiares, colegas o incluso parejas sentimentales.

En China, la producción y venta de contenido sexualmente explícito también son ilegales. A su vez, Jiao también habría violado la privacidad y los derechos de imagen de los hombres, ya que en sus videos estos aparecen sin el rostro tapado. Por otro lado, podría llegar a ocurrir que algunas de las víctimas de Jiao sean menores de edad, lo que elevaría la gravedad del caso.

Y podría incluso ser peor, si se confirma que Jiao tiene HIV y contagió adrede a sus víctimas podría afrontar penas de 3 a 10 años de prisión, cadena perpetua o incluso la pena de muerte por atentar contra la salud pública. Las autoridades sanitarias chinas están involucradas en las investigaciones.

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