
La causa dirigida por José María Campagnoli, fue catalogada como “averiguación de homicidio”.
El hombre fue hasta la casa de la madre de uno de los jóvenes y la amenazó con el arma.
Nacionales27/08/2024
Agustín

Un hombre salió a perseguir con una escopeta a un grupo de adolescentes que le había tocado el timbre para hacerle una broma en un barrio cerrado de la localidad bonaerense de Pilar. Luego amenazó a la madre de uno de los chicos con un arma y fue detenido.
La tensa situación comenzó este viernes pasadas las 22, cuando un grupo de cuatro adolescentes de 14 años salió a caminar por el barrio cerrado “Estancias del Pilar”. Los dos residentes en el lugar estaban acompañados por dos amigos del colegio y al poco tiempo se les ocurrió hacer “ring-raje” por el country.
En un determinado momento le golpearon la puerta a un vecino que se tomó a mal la broma y salió con una escopeta y otra arma para perseguirlos por las calles del barrio privado.
Cuando el hombre vio a los jóvenes entrar a una casa, tocó el timbre de la misma y se dio cuenta de que no se trataba de delincuentes, sino de un grupo de adolescentes que estaba haciendo una broma.
Lejos de calmar los ánimos, el protagonista se violentó aún más y amenazó a la madre de uno de los adolescentes que hizo la broma, ante la mirada de los dos efectivos de seguridad del barrio.
“Son chiquitos”, fue el primer argumento que dio la dueña de la casa ante la efusiva reacción del hombre que había sufrido la broma. “¿Qué menores? Golpean en mi casa”, respondió el hombre.
La mujer trató de calmarlo y le aclaró: “A mí también me han tocado la puerta de mi casa y no vengo con una pistola”. Pero el agresor volvió a responder con violencia: “Y a mí qué carajo me importa. Ubicate vos con la gente que tenés adentro de tu casa”.
“Si tenés pelot.. adentro de tu casa, hacete cargo o va a haber un problema acá. ¿De dónde salieron estos pedazos de pelot.. que vienen a tocar la puerta de mi casa a esta hora?”, dijo el hombre mientras parecía retirarse.
Pero lejos de terminar con la situación, regresó sobre sus pasos y pidió que aparezca el padre de alguno de los jóvenes: “Llamá al padre del pelot.. que vino a golpear la puerta de mi casa, llamalo. Yo estoy con mis hijos y mi mujer, nadie tiene que venir a tocar la puerta de mi casa a esta hora. Llamá al padre del pelot.. ese”.
Cuando la mujer le explicó que no conocía al padre de los adolescentes, dado que eran amigos de su hijo, el hombre estalló de ira nuevamente: “¿No sabés quién está acá adentro de tu casa vos? Sos una pelot..., pedazo de pelot... ¿Cómo no sabes a quién carajo está adentro de tu casa que golpea la puerta de mi casa, pelot.. de mier..? Llamá al padre”.
“A la policía voy a llamar”, respondió la mujer desde la puerta de su casa, mientras el hombre se iba. “Yo también voy a llamar a la policía”, replicó el hombre mientras regresaba a su domicilio con la escopeta en la mano.
Luego la madre de uno de los adolescentes entabló un diálogo con el efectivo seguridad del barrio privado y les dijo: “¿Cómo permiten algo así? Él no puede venir acá con un arma. Esto no me gusta nada, no entiendo como puede estar con un arma caminando por el barrio”.
El descargo de la madre de uno de los adolescentes que hizo el “ring-raje”
La mujer que protagonizó el violento diálogo con el vecino escribió un texto para dirigirse al resto de los vecinos del barrio cerrado en el que reconoció que su hijo y sus amigos “tuvieron una mala idea que fue golpear la puerta de un vecino y se armó un estado de confusión generalizada”.
“El propietario salió con armas y la guardia buscaba a dos ‘chorros’. Este propietario vio a dos de ellos entrar en casa y se ve que ahí se dio cuenta de que eran dos chicos y no ladrones. A todo esto había un despliegue de seguridad impresionante”, relató la mujer.
La madre del adolescente contó que en ese momento le “golpearon la puerta a patadas” y dijo que decidió abrir porque estaba la seguridad en la puerta y creía que “iba a estar resguardada”.
“Este propietario se apareció con una escopeta y una pistola a los gritos para que los chicos bajaran, para que yo diera nombres -ya a dos los habían buscado uno de los padres-, insultándome sin parar (‘pelotuda’, ‘pelotuda de mierda’ (sic), ‘no sabés qué pelotudos metés en tu casa’) y hasta me dijo ‘esto no va a quedar así`”, relató.
Según Pilar a Diario, la mujer añadió que “al rato vino la policía, pero como había sido alertado de que estaba ingresando, fue a dejar sus armas a su casa”. “Seguía gritándome que yo era una encubridora. Fue una situación de total angustia y pánico”, indicó.
Finalmente, el sábado presentó una denuncia penal en la comisaría y aportó el video en el que queda reflejada toda la conversación. “Ya se dictó una medida perimetral para mí y para la casa del otro chico, y tendremos custodia policial”, detalló la mujer.
El domingo fue allanada la casa del hombre, quien luego fue trasladado a una dependencia policial para ser informado sobre la denuncia que sufrió y la perimetral que rige desde esta semana.

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